Como si se tratase de un relato de ficción, los alemanes antivacunas, que escaparon a Paraguay llevando a sus hijas sin el consentimiento de sus exparejas, se entregaron el jueves a las autoridades paraguayas. Durante su estadía en el país sudamericano, vivieron en comunidades alemanas arraigadas hace décadas y que reciben a cientos de conspiranoicos europeos de toda índole.
Andreas Rainer Egler, padre de Clara, de 10 años, y Anna Magdalena Blank, madre de Lara, de 11 años, se entregaron el jueves a la policía junto con las niñas luego de más de medio año sin dar noticias a Anne Reiniger, madre de Clara, y Filip Blank, padre de Lara, ni a la Interpol, que también los buscaba.
El secuestro ocurrió en noviembre, cuando el repunte de la pandemia de coronavirus levantó una ola antivacunas. La pareja trató de impedir que los otros dos progenitores buscaran las niñas dejando como despedida una nota de suicidio.
Andreas y Anna desaparecieron sin avisar a sus respectivas ex parejas y solamente se pusieron en contacto con Anne y Filip, luego de que el caso fue expuesto a la prensa. Asimismo, los padres de las menores que estaban en Alemania, invirtieron gran parte de sus ahorros en abogados y búsquedas infructuosas en todo el país. Incluso, Anne lloró y suplicó ante las cámaras para que su ex marido detenga la huida.
El viernes se encontraron los cuatro progenitores en el Palacio de Justicia de Asunción para concluir los trámites de restitución de las niñas. “La entrega voluntaria de los señores Egler pone fin a las negociaciones constructivas de los últimos días. (...) En muchas conversaciones ha podido madurar la conclusión de que poner fin a la huida era la única opción, especialmente en atención al bienestar de las niñas”, aseguraron los abogados por medio de un comunicado.